Isabel Franc (Barcelona, 1955) se define como narradora, articulista, “clownferenciante” y profesora de talleres y cursos de escritura humorística, en definitiva, una “cómica de la pluma”. En la actualidad es también colaboradora habitual de La Independent, Agencia de Noticias con Visión de Género.
Literariamente se dio a conocer con Entre todas las mujeres, obra que fue finalista en 1992 del premio La Sonrisa Vertical. Después llegaría la celebrada trilogía que firmó bajo el seudónimo de Lola Van Guardia, editada por Egales, que incluye los títulos Con pedigree (1997), Plumas de doble filo (1999) y La mansión de las tríbadas (2002), todos traducidos a varios idiomas. Se ha adentrado igualmente en el terreno de la novela gráfica, junto con la dibujante Susanna Martín, con Alicia en un mundo real, una obra sobre el cáncer de mama que recibió el premio Jennifer Quiles en 2011, y en el del ensayo, con la coordinación y edición en 2017 de Las humoristAs. Ensayo poco serio sobre mujeres y humor, donde en tono irónico se hace una profunda reflexión sobre la presencia/ausencia de las mujeres en el terreno del humor.
Todas sus obras se caracterizan por el sentido del humor, la ironía y la parodia en un universo donde las mujeres son las protagonistas. Con motivo de la publicación en Ménades de una edición ampliada y revisada de Las razones de Jo, novela que rinde un bonito homenaje al clásico Mujercitas a través de la reinterpretación del personaje de Josephine March, os ofrecemos una entrevista con la autora.
Si queréis conocerla más, podéis visitar su blog: http://isabelfranc.blogspot.com/
1- Estamos en un momento álgido de publicación y recuperación de autoras, pero todavía queda mucho por hacer y reivindicar, como por ejemplo la mayor inclusión de figuras femeninas en los premios literarios, las antologías, los libros de texto… Desde tu experiencia, ¿cuáles piensas que son las principales dificultades con las que se encuentran las escritoras?
El famoso “sesgo de género” no es un invento de feministas susceptibles, como a veces se nos quiere hacer creer. Solo hay que mirar cifras y algunas asociaciones (como Clásicas y Modernas o l’Observatori Cultural de Gènere) las tienen. La mujeres leemos más, diría que incluso escribimos más, en cambio, como bien dices, nuestra presencia siempre es inferior. Un caso que me atañe muy directamente es el tema del humor, en Las humoristas. Ensayo poco serio sobre mujeres y humor lo expresamos con cierta gracia. ¿Cuántas mujeres aparecen en las antologías de literatura humorística: una o ninguna? Y así seguimos.
2- ¿Qué te llevó a querer novelizar la vida de Jo March, para muchas lectoras el personaje más carismático de Mujercitas? ¿Crees que hay muchas diferencias entre el personaje creado por Louisa May Alcott y el que tú nos presentas ahora?
En las lecturas de mi infancia había dos personajes “con pluma” y eso era muy importante porque no teníamos referentes. Una era la Georgina de Los cinco y la otra era Jo. Siempre pensé que una mujer como ella, en la época que vivió, habría sido sufragista y no se habría casado. Más adelante descubrí que hubo una cierta presión por parte de los editores hacia May Alcott para que “enderezara” a su personaje más emblemático y más rebelde y se me ocurrió fabular unas posibles razones a su decisión de casarse con el hombre bueno y anodino. He seguido fielmente la narración original dándole mi particular visión. Las dos Jo son la misma Jo vista desde ángulos diferentes o, quizás, simplemente, una de ellas ha nacido en una época más libre.
3- ¿Cuánto hay de Jo en la propia Isabel Franc, te identificas con tu protagonista?
Como digo en la introducción, “todas queríamos ser Jo”, pero la pregunta sería cuánto hay de Franc en la nueva Jo. Al hacer mío el personaje le he transmitido, sobre todo, mi sentimiento y mis reflexiones acerca del proceso creativo. Por qué escribe Jo, por qué escribe Franc y cómo afrontan la creación literaria una y otra… en fin, no es un calco, pero le falta poco.
4- ¿Cómo está siendo la experiencia de publicar en una editorial pequeña?
Hace poco un amigo me decía: “A veces el mundo editorial es muy ingrato”, y qué razón tiene. He trabajado con muchas editoriales y las que mejor me han tratado siempre han sido las más pequeñas, incluso diría las más “marginales”. Tanto es así que ahora mi prioridad es trabajar con ellas. Y más cuando detrás hay un proyecto editorial tan interesante como el que propone Ménades. Si, además, la propuesta viene cargada de entusiasmo y profesionalidad, lo único que puedo decir es que me siento orgullosa de participar en el proyecto desde los inicios. Como se dice en términos teatrales, ¡molta merda para Ménades!
5- ¿Cuáles han sido o son tus principales referentes en la literatura y el feminismo?
¡Uyyyy! Esa es siempre una pregunta peligrosa y difícil de responder por miedo a dejar a alguien en el cajón del olvido. Permíteme quedar como una señora diciendo que de todas las mujeres que he leído he aprendido algo y de todas las feministas que he conocido he recibido algo (pero adoro a Jeanette Winterson ;))).
[wpsc_products product_id=’472′]